Frase para inmortalizar...
"Lo importante es la belleza interior, lo exterior no importa un rábano"
Si, como no! Jajajajajajajaja!
miércoles, 16 de diciembre de 2009
martes, 15 de diciembre de 2009
El inicio
Todos tenemos nuestro lado oscuro, una parte que quisiéramos que los demás no descubrieran. En mi caso, esa parte "oscura" está a la vista de todos. Una apariencia que deja mucho que desear en estos tiempos de alabanza a la belleza y la perfección.
Soy gorda, no gordita, ni gordis. Gorda a secas. Y formo parte de un grupo que ha venido sufriendo de discriminación desde hace ya un buen número de años. La discriminación crece en proporción al crecimiento de la cultura de consumo.
Sí, me gusta comer y sí, yo soy responsable de la monstruosidad de apariencia que tengo. No lo niego. Pero ya no puedo más con tanta frustración y enojo ante las miradas curiosas y burlonas de la gente a mi alrededor.
Todo el mundo trata de opinar en la vida de los demás y yo no soy la excepción. En este caso, todos tratan de convencerme que si adelgazo, o si me pongo ropa sexy, o uso maquillaje, todo cambiará y dejarán de verme como todo un acontecimiento circense.
Pero saben que? Me río de los convencionalismos y me río de todos aquellos que se burlan de mi y evitan mi cercanía. Me río de todos aquellos hipócritas que viven metidos en sus religiones, golpeándose el pecho y hablando del amor al prójimo y, a la vuelta de la esquina apuntan sus dedos y miradas burlonas hacia todos aquellos que no llenan sus "requisitos", sus ideales de belleza o perfección.
Sea, lo he dicho, he sacado y desahogado aquello que me estaba matando momento a momento. Sin embargo, esto solo es el inicio.
Soy gorda, no gordita, ni gordis. Gorda a secas. Y formo parte de un grupo que ha venido sufriendo de discriminación desde hace ya un buen número de años. La discriminación crece en proporción al crecimiento de la cultura de consumo.
Sí, me gusta comer y sí, yo soy responsable de la monstruosidad de apariencia que tengo. No lo niego. Pero ya no puedo más con tanta frustración y enojo ante las miradas curiosas y burlonas de la gente a mi alrededor.
Todo el mundo trata de opinar en la vida de los demás y yo no soy la excepción. En este caso, todos tratan de convencerme que si adelgazo, o si me pongo ropa sexy, o uso maquillaje, todo cambiará y dejarán de verme como todo un acontecimiento circense.
Pero saben que? Me río de los convencionalismos y me río de todos aquellos que se burlan de mi y evitan mi cercanía. Me río de todos aquellos hipócritas que viven metidos en sus religiones, golpeándose el pecho y hablando del amor al prójimo y, a la vuelta de la esquina apuntan sus dedos y miradas burlonas hacia todos aquellos que no llenan sus "requisitos", sus ideales de belleza o perfección.
Sea, lo he dicho, he sacado y desahogado aquello que me estaba matando momento a momento. Sin embargo, esto solo es el inicio.
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